lunes, 13 de noviembre de 2017

Matices en las ventanas

Quería buscar la luz y pinté el mundo de negro,
y entonces apareciste tú y me enseñaste a verlo,
me dijiste que el invierno
no estaba solo hecho de cicatrices, 
que las nubes no tenían por qué ser sólo grises,
todo era cuestión de los matices.

Y así, fuiste más que luz
llenaste mi vida de fuegos artificiales
de color, de calor
cuando creía que iba a quedarme helada.

Estaba encerrada en un laberinto
y no encontraba la salida,
no pensé que al cerrar la puerta
una ventana se abriría.

Las matemáticas no son siempre exactas,
pero hay veces que sí lo son las palabras
(y te salvan)
si las letras no me fallan,
he multiplicado y dividido
pero el resultado sigue siendo el mismo.

Cuando apagué la luz
se iluminó el camino
y las hojas del otoño
llevaron mis pasos hasta tu destino,
el de comernos a versos, nunca presos,
dejando la puerta entrecerrada
para que se sigan abriendo
muchas más ventanas.

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